La fibra de coco es un producto natural y renovable, que proviene de países asiáticos, sus principales lugares de producción. Se extrae de la la parte de la cáscara del coco formada por una especie de pelos; De esta parte se obtiene la fibra, que se utiliza entre otras cosas para hacer cuerdas. Como subproducto se obtienen unas fibras más pequeñas que junto con polvo de coco forman los bloques de fibra de coco usados en la horticultura. La fibra de coco, como la turba, es muy ligera, prácticamente no pesa. Tiene además una gran capacidad de retención de agua (8 veces su peso) combinada con una alta porosidad (95%), lo cual permite una excelente aireación – oxigenación del sistema radicular, facilitando el desarrollo de pelos radiculares absorbentes, mejorando la nutrición de las plantas.
Sus ventajas frente a la turba son que mientras esta pierde muchas de sus propiedades al deshidratarse, la fibra de coco las mantiene intactas al volverse a hidratar. Ambas han de transportarse hasta aquí desde muy lejos, pero la turba además, lo hace desde ecosistemas muy vulnerables que se están explotando por encima de su tasa de renovación. Cada vez quedan menos turberas y las que hay están muy degradadas.
La fibra de coco, tiene un pH ligeramente ácido: 5,5-6,5, adecuado para la gran mayoría de plantas.
Este producto cumple el certificado de calidad ISO 9001 y medioambiental ISO 14001.
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