Bulbos de primavera-verano

Hoy venimos a hablarte de bulbos de primavera: En primavera se plantan los bulbos que florecen en verano: cañas de las Indias, azucenas, lirios de agua o calas, amarilis, gladiolos, nardos, dondiego de noche, crocosmias, dalias, begonias tuberosas, agapantos, muguet… la lista es interminable. Se trata de especies de abundante floración en colores muy vivos: flores súper coloridas que apañan cualquier balcón o jardín. Los bulbos son plantas perennes, pero pierden su flor y hojas superiores cuando las condiciones para su desarrollo ya no son las adecuadas.

Es entonces cuando, dependiendo de la variedad, descansan en invierno o en verano, lo que nos permite extraerlos de la tierra para colocarlos en cajas en un lugar fresco y oscuro durante varios meses, hasta que puedan ser plantados nuevamente. Del mismo modo, cada tipo florece en diferentes momentos del año: las bulbosas de primavera se plantan en otoño y florecen desde finales del invierno hasta el final de la primavera; las bulbosas de verano se plantan desde finales del invierno y en primavera y dan sus flores a lo largo del verano e incluso hasta mediados del otoño. 

¿Cómo se siembran los bulbos de primavera?

Una vez escogidos los bulbos que queremos plantar, comprobaremos que se encuentren en buen estado. Para ello, simplemente hay que observar bien que no haya moho y que no esté blando; se siembran a unas dos o tres veces su tamaño y no hace falta mucho espacio para que prosperen.Puesto que los bulbos se deben plantar a una profundidad de dos o tres veces su altura, es mucho más práctico y cómodo si disponemos de una herramienta especial para su siembra como un plantador.

En general, las bulbosas de verano no son muy exigentes con el terreno, siempre que tenga un buen drenaje. Son muy propensas a los hongos de pudrición, por eso es vital evitar siempre el estancamiento del agua. El riego debe ser moderado. Cada tres semanas hay que aportarles un fertilizante rico en potasio y bajo en nitrógeno. Además, conviene eliminar las flores conforme se marchitan para conseguir que la floración se alargue hasta el otoño.

¿Qué sustrato usar?

El terreno o sustrato debe ser muy permeable y permitir un buen drenaje, así evitaremos peligros de estancamiento de agua ya que los bulbos tienen tendencia a desarrollar hongos. También es importante que sea fino y rico, limpio de piedras y de otras impurezas, no calcáreo. En cuanto al abonado, lo ideal es que sea orgánico; Un sustrato idóneo es una buena mezcla de fibra de coco con humus de lombriz.

Cuidados de los bulbos

Como hemos dicho, los bulbos no tienen mucho misterio. Eso sí, es importante tener cuidado de no encharcar la tierra al regar. También podemos proteger la tierra del frío extremo con mantillo, hojas secas etc.

Extracción y conservación de bulbos

Cuando la floración llega a su fin, lo único que hay que hacer es ir reduciendo el riego durante unos 15 o 20 días, espaciándolo hasta que finalmente dejemos de regar los bulbos por completo. Cuando toda la planta esté amarilla y seca, podremos extraer el bulbo del terreno y los pondremos a secar unos días a la sombra sobre una hoja de papel. Después, eliminaremos los restos secos de hojas y de raíces ya inservibles, los limpiaremos y los pondremos en una caja en un lugar oscuro y fresco.

Reproducción de nuestros bulbos

El tiempo que pasa desde que se acaba la floración hasta que se desentierran puede ser entre 1 y 2 meses, tiempo más que suficiente para que hayan acumulado más reservas y se formen pequeños bulbillos adheridos al original. La multiplicación de bulbos se hace separando estos bulbillos o hijuelos y volviendo a plantarlos.    Ahora que ya sabes todo sobre los cuidados de los bulbos de primavera… ¿A qué esperas para plantarlos?  

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