Se plantan en verano y florecen en otoño. Son súper sencillos de cuidar y pueden rebrotar año tras año si los conservamos bien. Hablamos de los bulbos de otoño: esas flores ultracoloridas que apañan cualquier balcón o jardín y hacen que la larga espera hasta que vuelve el buen tiempo haya merecido la pena. Los crocus con forma de campana, los narcisos con sus trompetas de intensos colores, los espigados jacintos con su penetrante perfume y los clásicos tulipanes son algunos de los bulbos otoñales más conocidos, aunque también son espectaculares la campanilla de verano, el tablero de damas, la corona imperial, las anémonas o los ajos ornamentales.
¿Qué son los bulbos de otoño?
Los bulbos son plantas perennes, pero pierden su flor y hojas superiores cuando las condiciones para su desarrollo ya no son las adecuadas. Es entonces cuando, dependiendo de la variedad, descansan en invierno o en verano, lo que nos permite extraerlos de la tierra para colocarlos en cajas en un lugar fresco y oscuro durante varios meses, hasta que puedan ser plantados nuevamente.
Aunque hay bulbos que florecen todo el año, la inmensa mayoría de las especies lo hace en primavera y otras muchas, en otoño. Los bulbos para plantar en otoño, florecen en primavera.
Bulbos otoño: ¿Cómo se siembran?
Una vez escogidos los bulbos que queremos plantar, comprobaremos que se encuentren en buen estado. Para ello, simplemente hay que observar bien que no haya moho y que no esté blando; se siembran a unas dos o tres veces su tamaño y no hace falta mucho espacio para que prosperen.
Bulbos que florecen en otoño
En otoño, varios bulbos florecen y añaden colores vibrantes al paisaje. Algunos de los bulbos más comunes que florecen en esta temporada incluyen:
- Azafrán (Crocus sativus): Estos bulbos pequeños producen flores delicadas y coloridas que emergen poco después de la lluvia.
- Cyclamen (Cyclamen spp.): Las flores de cyclamen son conocidas por sus pétalos en espiral y vienen en varios tonos, desde blanco hasta rosa y púrpura.
- Narcisos (Narcissus spp.): Los narcisos producen flores con forma de trompeta en una variedad de colores, como amarillo, blanco y naranja.
- Cebollino de otoño (Allium spp.): Estas plantas pertenecen a la familia de las cebollas y producen esferas de flores densas y redondas en tonos que van desde el blanco hasta el morado.
- Crocus (Colchicum autumnale): Aunque a menudo se les llama «azafrán de otoño», estos bulbos no están relacionados con el azafrán verdadero. Sin embargo, sus flores en forma de copa aparecen en otoño.
- Tulipanes de otoño (Tulipa spp.): Algunas variedades de tulipanes, como Tulipa acuminata, florecen en otoño, aunque la mayoría de las especies florecen en primavera.
- Lirios de otoño (Lycoris spp.): También conocidos como lirios de resurrección, estos bulbos producen flores en forma de embudo en colores que van desde el rosa hasta el rojo.
Siembra de bulbos
La siembra de bulbos es un proceso relativamente sencillo, pero es importante seguir algunos pasos para asegurar un crecimiento saludable de las plantas:
- Selección de bulbos: Elige bulbos de buena calidad. Deben estar firmes, sin daños ni signos de enfermedades. Asegúrate de seleccionar bulbos que sean apropiados para la temporada de siembra y el clima de tu área.
- Elección del lugar: Encuentra un lugar adecuado para la siembra. Considera la cantidad de luz solar que recibirá el área y las necesidades específicas de cada tipo de bulbo.
- Preparación del suelo: Asegúrate de el sustrato esté bien drenado para evitar la pudrición de los bulbos.
- Mezcla el suelo con compost o materia orgánica para mejorar la fertilidad.
- Profundidad de siembra: La profundidad de siembra varía según el tipo de bulbo. Como regla general, la mayoría de los bulbos se siembran a una profundidad aproximada de 2 a 3 veces el tamaño del bulbo.
- Espaciado: Sigue las recomendaciones específicas para el espaciado entre bulbos. Esto suele depender del tipo y tamaño de la planta.
- Orientación del bulbo: Coloca el bulbo con la parte puntiaguda hacia arriba. Si no estás seguro de la orientación, generalmente, la punta más puntiaguda se coloca hacia arriba y la parte plana hacia abajo.
- Riego: Después de plantar los bulbos, riega bien el área para ayudar a establecer las raíces.
- Cuidado continuo: Mantén el suelo húmedo pero no empapado durante la temporada de crecimiento. Aplana el área después de la floración y permite que las hojas mueran naturalmente antes de cortarlas.
Cuidados de los bulbos de otoño
Como hemos dicho, los bulbos no tienen mucho misterio. Eso sí, es importante tener cuidado de no encharcar la tierra al regar. También podemos proteger la tierra del frío extremo con mantillo, hojas secas etc.
Sustrato
El terreno o sustrato debe ser muy permeable y permitir un buen drenaje, así evitaremos peligros de estancamiento de agua ya que los bulbos tienen tendencia a desarrollar hongos. También es importante que sea fino y rico, limpio de piedras y de otras impurezas, no calcáreo. En cuanto al abonado, lo ideal es que sea orgánico; Un sustrato idóneo es una buena mezcla de fibra de coco con humus de lombriz.
Extracción y conservación
Cuando la floración llega a su fin, lo único que hay que hacer es ir reduciendo el riego durante unos 15 o 20 días, espaciándolo hasta que finalmente dejemos de regar los bulbos por completo.
Cuando toda la planta esté amarilla y seca, podremos extraer el bulbo del terreno y los pondremos a secar unos días a la sombra sobre una hoja de papel. Después, eliminaremos los restos secos de hojas y de raíces ya inservibles, los limpiaremos y los pondremos en una caja en un lugar oscuro y fresco.
Reproducción de bulbos
El tiempo que pasa desde que se acaba la floración hasta que se desentierran puede ser entre 1 y 2 meses, tiempo más que suficiente para que hayan acumulado más reservas y se formen pequeños bulbillos adheridos al original. La multiplicación de bulbos se hace separando estos bulbillos o hijuelos y volviendo a plantarlos.
Y recordad que, aunque su floración es muy breve, los bulbos siempre, siempre florecen. ¡No esperéis más para sembrarlos!
Preguntas frecuentes
Cultivo de bulbos: ¿Cuándo debo plantar los bulbos de otoño?
Por lo general, los bulbos de otoño se plantan a fines del verano o principios del otoño, antes de que el suelo se enfríe demasiado.
¿Cómo sé la profundidad correcta para plantar los bulbos?
Planta los bulbos a una profundidad de 2 a 3 veces su tamaño, con la punta hacia arriba, siguiendo las indicaciones específicas para cada tipo de bulbo.
¿Necesitan los bulbos de otoño ser desenterrados después de florecer?
En su mayoría, no es necesario desenterrar los bulbos de otoño después de florecer. Deja que las hojas se marchiten naturalmente para permitir que los nutrientes vuelvan al bulbo.
Bulbos que no florecen: ¿qué puede pasar?
Existen varias razones por las cuales un bulbo de otoño podría no florecer, como una profundidad incorrecta deplantación o falta de luz solar.
¿Qué bulbos se plantan en otoño?
En otoño se plantan los bulbos que florecerán en primavera.
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